martes, 27 de agosto de 2013
Gloria y el rock
La joven fue convocada para Rocksuperstar -una publicación editada por Cascioli y los socios- luego de mandar una carta en la que se presentaba y pedía escribir, tal como había ocurrido en El Expreso Imaginario.
A Cascioli le gustó mucho el estilo de Gloria en Rocksuperstar, en especial la crónica de un recital en el Teatro Coliseo. "Acabamos de ser partícipes de un encuentro cercano del tercer tipo, señores. Paco de Lucía es marciano. Y más de un guitarrista se cortó los diez dedos anoche al llegar a su casa. Como última apelación: basta de chistes de gallegos. Este genio de la guitarra acaba de reivindicar a toda una raza, y a casi todo un planeta", narraba Gloria.
En Humor, Gloria arrancaría con notas costumbristas y dos años después nacerían Las Paginas de Gloria donde el rock argentino escribió parte de su historia.
Este espacio donde estuvieron todas las primeras notas a bandas como Sumo, Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota o Soda Stereo; no fue por cierto el único con el que se puede emparentar la revista al rock argento en general y la música popular en particular. Gastón Bernardou, el francés de Los Auténticos Decadentes, fue cadete de Humor e Hilda Lizarazu, fotógrafa, pero además, en 1981 la revista organizó un festival con artistas prohibidos para boicotear la presentación de Frank Sinatra en el Luna Park. Pero esa será otra entrada.
lunes, 26 de agosto de 2013
Debut
Apuntaba a un público que ya conocía a los hacedores: Andrés Cascioli, Tomás Sanz, Aquiles Fabregat, Alicia Galloti, Alberto Speratti, Roberto Fontanarrosa, Carlos CEO Campilongo, Sanyu, Crist, Alfredo Grondona White, Carlos Pérez D'Elias, Carlos Abrevaya y Jorge Guinzburg (que aparecieron en aquel número 1 con seudónimos) eran nombres muy conocidos para quienes ya habían comprado Satiricón, Mengano y Chaupinela. Estas publicaciones, en especial Satiricón, habían revolucionado la industria editorial de la mano de Cascioli y Oskar Blotta, como bien historiaron Jorge Bernárdez y Diego Rottman en este libro.
Refugiado en la publicidad, Cascioli venía de fracasar con una revista de espectáculos llamada Perdón, de sufrir la censura militar que impidió la salida de Satiricón y del gobierno de Estela Martínez de Perón que clausuró Chaupinela.
Pero el éxito de Humor -que fue in crescendo y no inmediato- lo sorprendió.